ENSAMBLE
El manual de instrucciones como herramienta para una experiencia crítica y horizontal
Proyecto Fin de Máster
RESUMEN
Cuando hablamos de manual de instrucciones no podemos prescindir de su significado etimológico. La palabra “manual”conlleva todo aquello que está hecho con las manos o que está estrechamente relacionado con la acción, lo que nos sugiere una natural predilección por todo lo experimental, funcional, práctico. Las “instrucciones” nos transfieren una información, nos transmiten un conocimiento y nos muestran un movimiento, una acción con un propósito predeterminado. Por lo tanto, el manual de instrucciones está estrechamente relacionado con la información, con su transmisión y, al mismo tiempo, está vinculado a la experimentación.
A finales de los años 60, con la aparición de los movimientos estudiantiles, las revueltas por los derechos civiles, la aparición de la TV como primer medio de comunicación de masas, la influencia del Dadaísmo y el advenimiento del arte Pop, se toma conciencia de la fuerza de la cultura de masas, donde la información es de fácil acceso y de rápida transmisión. En este contexto, el Manual de instrucciones adquiere un nuevo papel en la sociedad de consumo y del intercambio de información. Se convierte en una herramienta en manos de un público cada vez menos especializado pero más consciente y protagonista de sus elecciones.
El manual en este nuevo panorama se convierte en el instrumento de contracultura y resistencia a un mundo dirigido hacia el consumismo y el individualismo. Sin embargo, el manual experimenta fuertemente la contradicción que caracteriza a este período siendo una herramienta en manos de la industria y al mismo tiempo de su contraparte. Mientras que, por un lado, la sociedad de consumo propone un estilo de vida individualista inclinado a delegar la tarea de diseñar su entorno a la industria, por otro lado, el mundo de la contracultura quiere ser el arquitecto de su propio espacio vital y quiere hacerlo compartiendo sus propias experiencias.
El producto industrial que nació fuertemente arraigado al mundo artesanal se aleja de él. El diseño se reduce a puro formalismo y, en este escenario, el usuario no es capaz de comprender sus principios. El manual acaba siendo una herramienta en las manos de los usuarios y consumidores de productos industriales y, dependiendo de sus intenciones, se propone como dispositivo primario para interactuar con el objeto. A partir de este contexto se investiga la capacidad del manual de instrucciones de activar procesos y modelos para la construcción de una arquitectura efímera. Una primera fase de análisis busca delinear una metodología capaz de definir el manual en todos sus diferentes aspectos e identificar sus características principales a través de una catalogación taxonómica de 46 casos estudio.
Esta metodología se propone determinar tres alternativas de manuales de instrucciones como estrategia para su definición: el Manual como Escuela, el Manual como Manifiesto y el Manual como Plataforma. El MANUAL COMO ESCUELA recoge las características del manual de ser una herramienta para transferir informaciones hasta proponerse como un modelo para la autoformación y la autodidáctica. El MANUAL COMO MANIFIESTO es la condición del manual de ser un dispositivo para la lucha contra el sistema hegemónico y consumista a través de la difusión de modelos alternativos al sistema dominante.
Por último, el MANUAL COMO PLATAFORMA es el lugar del intercambio y de la colaboración, una red que tiene como objetivo compartir experiencias y procesos de codiseño para desarrollar juntos modelos participativos destinados a la realización de una arquitectura temporal. Esta fase de investigación se completa con un proceso experimental de un prototipo de un manual de instrucciones capaz de generar, a través del codiseño y el aprendizaje, un kit para la construcción de una arquitectura efímera. En este sentido, este momento ha sido un pretexto y una oportunidad para poner en práctica los resultados de la fase investigativa.