Muralismo Participativo en el Campo Azul

Muralismo Participativo en el Campo Azul

Dos organizaciones de Vallecas, la Asociación de Vecinos Alto del Arenal y el Servicio de Dinamización Vecinal, se aliaron con el colectivo de artistas urbanos BoaMistura como profesores del  Máster de Arquitectura Efímera (UPM), para sacar adelante un proyecto de muralismo participativo que ha conseguido tener un impacto positivo en la población del barrio de Portazgo, mejor conocido como el Triángulo del Agua.

 

“El muro gris y frío que rodea la parcela se ha convertido en un mural lleno de vida y de color”, afirma Sonia Conde Martín, técnica del Servicio de Dinamización Vecinal.

 

En el Triángulo del Agua vive una población diversa, conformada por grupos culturales minoritarios y, hoy en día, con muchos de ellos en riesgo de exclusión, debido a la alta tasa de desempleo y abandono escolar. Sin embargo, han demostrado ser también personas capaces de dar respuestas positivas a acciones concretas, como intervenir el espacio público Campo Azul para mejorar el entorno en el que viven.

 

La recuperación de este espacio fue posible gracias a un proceso de trabajo social y participativo, enmarcado en el contenido de un taller del Máster de Arquitectura Efímera que se desarrolla en la ETSAM, en el que primero se realizó un análisis estratégico de la zona y luego se elaboró un diseño colectivo. Se organizaron sesiones de trabajo con unos 60 jóvenes del barrio, para recoger ideas, propuestas y colores con los que se identifican, con la intención de captar la identidad y el espíritu del lugar y su gente. El resultado fue esta frase que luego plasmaron en el mural que entre todos pintaron: “TODO UN BARRIO SE ALZA EN PIE DE AGUA”.

 

Durante la semana del 14 al 18 de marzo, jóvenes, niños, educadores, graffiteros, miembros de organizaciones vecinales, alumnas  y el colectivo BoaMistura como  profesores del Máster de Arquitectura Efímera, se reunieron en el corazón del barrio con brochas, pinceles y pinturas, para transformar poco a poco, con ilusión y alegría, un solar público que antes estaba sucio y deteriorado, en una obra de arte urbano que todos quieren ver.

 

“Finalmente el campo azul, ya es azul”, dijo entusiastamente uno de los integrantes del colectivo BoaMistura.

 

Los vecinos de ese emblemático solar, situado en la calle Río Esmeralda, dicen estar contentos y orgullosos con el resultado. Por su parte, las organizaciones vecinales confían en poder seguir promoviendo este tipo de acciones con iniciativa social y comunitaria, a través de las cuales potenciar los distintos rasgos del barrio con un valor positivo.

 

La directora del Máster de Arquitectura Efímera, Carmen Blasco, también está satisfecha de haber contribuido en la “mejora de un espacio público y, a la vez, en la formación de profesionales especializadas en el campo de las instalaciones y arquitecturas efímeras, capaces de interactuar con la sociedad utilizando estrategias participativas, dando respuesta a las necesidades contemporáneas”.